¿Fidelizas o suplicas? Desenlace
En el artículo anterior ¿Fidelizas o suplicas? te explicaba la actitud hiperactiva que están adquiriendo
las empresas con campañas de promociones, descuentos y regalos sin fin y cómo
todo ello sin una estrategia clara puede volver ociosos y nada fieles a nuestra marca a los clientes.
No me gusta andar
siempre metiendo bronca, aunque casi siempre es lo que hago jaja, pero es el
momento de dar las soluciones al entramado que planteé las semanas
anteriores.
Los objetivos de tu
campaña de promoción es no solo vender un producto aquí y ahora, sino evocar un
sentimiento de retorno entre tus clientes, así como de prescripción a otros
sobre las ventajas de contar contigo a la hora de contratar un servicio o producto.
Esta relación tan sutil es la que se está aniquilando por completo en las
empresas actuales y es aquí DONDE PUEDES COMPETIR.
Te ayudo.
Fidelizar es un proceso
que comienza antes de la venta. ¿Cómo?
Sí, se comienza a fidelizar cuando la empresa empieza a olvidar que es el
centro del mundo y realmente se plantea
pensar qué es lo que les gusta a sus clientes y se despierta un INTERES REAL
por sus inquietudes, estilo de vida, sentimientos, comentarios. La relación con
el cliente es una continua negociación
donde las dos partes ganan, si una de las dos pierde, PIERDES.
Durante
la venta, consultas y
gestión de dudas o reclamaciones, se produce la oportunidad de realmente conectar con el cliente. La
personalización en el trato, en la adaptación del producto a su necesidad y
hacerle llegar por qué tu empresa es la que debe ayudarle permite estrechar la relación con el cliente.
Superar sus expectativas y
sorprenderle con una promoción es adicional, pero no el objeto de la
negociación. La fórmula debe ser MARCA+PRODUCTO+ promoción, ésta última debe ser puntual como obsequio por su confianza.
Si das prioridad a tu identidad como empresa, tus valores y saber hacer, el
usuario volverá a comprar aunque no tengas una promoción activa. PIÉNSALO.
Postventa,
aquí es cuando se produce el salto cualitativo. Lo que hace tu empresa que los
demás no hacen. Seguimiento a tus clientes a través de conocer su grado de
satisfacción, hacerles partícipes de un club exclusivo por su fidelidad o
invitarles a contar su experiencia en la tienda…es ir más allá y generar una
fidelización plena. Ellos son tu marca
porque tu marca les representa.
Cuando las empresas
intentan atrapar clientes con las manos, les apresan y hacen que finalmente huyan.
No hay mejor atracción
que abrir y tender la mano y con ello, invitar a las personas a que te acompañen siendo libres.
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