El prisma emprendedor, transformando la luz blanca

En muchas ocasiones hemos oído hablar del término "espíritu emprendedor", que hace referencia sin duda a esa incesante búsqueda interna del emprendedor por sacar a la luz todo aquello que forma parte de su mundo de ideas. Pero pocas veces nos han mostrado qué factores diferenciales distinguen al emprendedor y a su espíritu. Qué existe entre la realidad y sus ideas, cómo encuentra soluciones y sobre todo como genera conceptos aún no desarrollados.
Llevo meditando sobre ello un tiempo, no mucho; lo suficiente, y hablando con cada emprendedor que he encontrado en mi camino he podido encontrar patrones de conducta muy similares.  
De todo ello he desarrollado mi pequeña "Teoría del Prisma Emprendedor".

Observa este prisma: 
La morfología de la mente emprendedora está diseñada para transformar la luz blanca (realidad imperceptible) dentro de su prisma convertidor; en ideas, proyectos y soluciones a conflictos. Absorbe lo real pero intangible, forjando combinaciones de ideas reveladoras a problemas o necesidades aún ni detectadas por el propio individuo. Este prisma convertidor actúa como cuerpo transformador de luz, genera soluciones trasladando de nuevo a la realidad la información una vez revelada. De lo intangible a lo tangible, de la idea a la solución, de la luz blanca a lo material.

Algunas premisas a modo de síntesis de mi Teoría del Prisma Emprendedor son la existencia de:
Espíritu como prisma convertidor
Visión tridimensional de lo intangible
Liberación de ideas tras su conversión
Transformación de la luz blanca en genialidad
Innovación y movimiento

A mi modo de ver y me rebatiréis, crear o conformar una empresa no te convierte en emprendedor, al menos en el concepto moral de la palabra.
El emprendedor es el ser más insaciable de conocimiento y transformación que podáis encontrar. Jamás cerrará los ojos a la realidad imperceptible y extrasensorial que le deslumbra y le perturba. No hasta que la adopte y la transforme en solución. No descansará.

Su sed emprendedora jamás acabará en la formación de un negocio o materialización de una idea. Transforma como forma de vida.
En él encontrarás al empresario más imperfecto que hay, puesto que nunca saciará su ciclo de ideas ni pondrá fin a su prisma convertidor con la formación de un negocio o la obtención de beneficios.
El dinero no le adormece.
También encontrarás emprendedores que no se dediquen a los negocios.
El emprendedor es aquel capaz de realizar un pequeño invento para solucionar un problema doméstico, realizar una creación artística, o actuar con iniciativa en solidaridad con otros. La conducta es la misma: revelación de problemas imperceptibles y materialización de soluciones.

Si eres emprendedor acabas de comprender por qué no puedes dejar de seguir construyendo aunque ya tengas en tus manos lo que siempre perseguiste. Ahora bien en ti queda seguir siendo lo que eres pese a materializar tus sueños ¡de tí depende!. No abandones tu prisma de ideas, porque en él sin duda habita lo mejor de tu Ser.

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